Los cementerios surgieron para ser la última morada de los restos de nuestros seres queridos. La tristeza y la nostalgia son de las emociones que más afloran al llegar a estos campos santos, además del misterio y cierto temor que causan las historias que surgen dentro de ellos.
Pero últimamente los cementerios se han convertido en opciones atractivas e innovadoras para hacer turismo, ya sea por su riqueza artística, que se denota en las esculturas y mausoleos, por las historias que se cuentan sobre ellos, por los personajes a los que alberga o simplemente por la excentricidad de los mismos.
Empezando por el Cementerio de Highgate, ubicado en Londres, este Cementerio alberga los restos de varias celebridades inglesas, pero ese no es su único atractivo, lo es también la forma en que la vida y la muerte conviven en completa paz y armonía, ya que en su interior se puede apreciar como la naturaleza se funde con los monumentos además de poder encontrar toda la riqueza y diversidad de fauna que la habita, poniéndole un toque mágico y romántico al lugar.
En Japón, específicamente en la zona boscosa de la prefectura de Wakayama al sur de Kioto y Osaka se encuentra un cementerio llamado Okunoin, siendo el más grande de ese país, ya que cuenta con más de 200.000 tumbas, de diferentes tamaños, formas y épocas, muchas de estas pertenecientes a monjes budistas. Al igual que el Cementerio de Highgate, se puede apreciar como la naturaleza ha ido imponiéndose por encima de los enormes bloques de monolito y las diversas esculturas budistas que se encuentran al interior del mismo. En este cementerio se dice que no son muertos los que están ahí, sino espíritus que esperan recibir la salvación del monje Kobo Daishi, cuyos restos yacen ahí enterrados, pero según la leyenda, él no está muerto sino más bien en una eterna meditación.
Unos de los lugares más impactantes pero aterradores a la vez es la Cripta de los Capuchinos, dentro de una iglesia Romana administrada por monjes capuchinos se encuentra esta lúgubre pero fascinante cripta decorada con los huesos de más de 4000 monjes de la misma congregación. En este osario se pueden apreciar criptas, ornamentos y relieves hechos enteramente con osamentas, algunos permanecen completos e intactos, ataviados con las vestimentas propias de estos religiosos a modo de parecer estatuas decorativas en una catedral.
Otro lugar similar es la Capilla de los huesos ubicada en la ciudad de Evora en Portugal, otro osario en la que las osamentas forman parte principal de la decoración, exhumados de los cementerios de la ciudad durante el S XVI. En una de sus capillas se puede apreciar una inscripción que dice: “Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos”. Y el surgimiento de este osario ocurrió debido a la sobrepoblación dentro de los camposantos en el mismo Siglo XVI, para luego ser respetuosamente acomodados en la forma final que tienen actualmente.
Con estos y muchos otros ejemplos de cementerios fuera de lo común podemos apreciar la belleza que existe incluso después de la muerte y poder conocer un poco más sobre las historias que embargan estos fantásticos y míticos lugares.
¿Qué te han parecido estos insólitos cementerios? ¡Déjanos tus comentarios!