El duelo infantil es una realidad que debe enfrentarse. Ningún niño es demasiado pequeño para darse cuenta de cuándo una persona importante ya no está allí.
Los adultos a menudo tratamos de proteger al niño contra el dolor diciéndoles poco o nada sobre lo sucedido, pero por sí mismos, muchos niños no son capaces de entender la realidad de la muerte y los sentimientos que tienen ante una pérdida.
Pueden sentirse confusos, rechazados o abandonados en un momento en que más necesitan consuelo, comprensión y seguridad. Los adultos, que luchan para hacer frente a sus propias reacciones ante la muerte, pueden sentirse totalmente impotentes para hacer frente a los sentimientos de un niño afligido. Es por ello brindamos los siguientes consejos:
Descanso y Cuidados
El niño necesita seguir sus ritmos y horarios. En la medida de lo posible, será conveniente tratar de mantener unos horarios de sueño y alimentación estables. Asimismo, necesitará que se mantengan las costumbres y normas establecidas hasta ese momento. Todo ello ayudará al niño a mantener la estabilidad ante la confusión que supone la muerte de un ser querido.
Juego
El niño necesita continuar con su vida y los niños necesitan jugar. La mezcla entre la realidad y la fantasía que tienen los juegos le permite manejar su dolor y determinados hechos que de otra forma son difíciles de asumir. Es importante prestar atención a sus juegos y tratar de participar en ellos. A veces, los comentarios durante el juego son un buen punto de partida para poder hablar
de las vivencias y emociones ante el duelo.
Dedícale Tiempo
Es importante pasar tiempo con el niño, planificar actividades que contribuyan a hacerle sentir más seguro y tranquilo. Debemos evitar, en la medida de lo posible, dejarle mucho tiempo en casa de familiares o amigos, etc. Asimismo trata de darle todo el afecto que puede necesitar en estos difíciles momentos. Si tú estás muy afectado, trata de buscar apoyo en personas de tu confianza que puedan ayudarte en estos momentos con tu hijo.
Háblale con naturalidad y recordando buenos momentos
Los buenos recuerdos contribuyen enormemente a suavizar el dolor por la pérdida de un ser querido. Si ha dejado una carta escrita al niño, un cuento, un regalo personal, unas fotos… serán de gran ayuda y apoyo más adelante. También puedes hacer una caja con las cosas que el niño considere importantes (fotos, regalos…) y revisar los recuerdos cuando él lo desee.
Ayúdale a que recupere su vida cotidiana
Lo que más ayuda al niño es mantener el ritmo de vida habitual: el colegio, los amigos, los juegos… El niño debe recuperar tan pronto como sea posible su vida cotidiana y volver al colegio. Puede ser conveniente hablar con el profesor y solicitar su apoyo, especialmente si el niño lo pide o disminuye su concentración o rendimiento.
Permanece Atento
Si notas que el niño presenta alguno o varios de los síntomas siguientes durante un tiempo prolongado, solicita ayuda a un profesional especializado para que valore la situación, ayude al niño a afrontar la pérdida del ser querido y os asesore en el proceso de duelo:
• Llanto frecuente y continuo.
• Rabietas y pataletas frecuentes y prolongadas.
• Comportamiento más infantil del habitual (hacerse pis por la noche, pedir ayuda para comer, vestirse, lenguaje de bebé…).
• Apatía y desgana. Pérdida de interés por las actividades habituales.
• Irritabilidad constante.
• Alteraciones del sueño (insomnio, pesadillas y terrores nocturnos…).
• Miedo a quedarse solo.
• Problemas escolares: peor rendimiento escolar, falta de asistencia a la escuela, incapacidad de concentrarse y prestar atención en clase.
Como Grupo Resurrección apoyamos a aquellas personas que están afrontando un proceso de duelo mediante nuestros talleres; puedes inscribirte a ti o a un ser querido AQUÍ.
Blog extraído de:
El duelo infantil. Una guía para adultos (PDF)
Psicopedia.org