La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el más recientemente descubierto coronavirus. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. En la actualidad son muchos los países que se han visto cara a cara con la llegada de este virus y como toda enfermedad, esta también ha cobrado vidas; la Organización Mundial para la Salud (OMS) en conjunto con la Organización Panamericana para la Salud (OPS) han dictaminado una serie de lineamientos internacionales para el óptimo manejo, traslado y disposición final de cadáveres de victimas de coronavirus.
Las víctimas mortales del nuevo coronavirus en El Salvador tendrán que ser enterradas de manera inmediata, con protección del Ministerio de Salud (MINSAL) y la Policía Nacional Civil (PNC). El Instituto de Medicina Legal (IML), dependencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), explicó que el protocolo que utilizará en el tratamiento de los cadáveres de víctimas del coronavirus tiene cinco etapas: preparación del cuerpo, trámite administrativo para que la familia lo reclame, traslado controlado al cementerio, entierro y desinfección del vehículo donde transporten los restos.
Primeramente se debe de notificar de forma inmediata a la Dirección de Vigilancia Sanitaria de muerte confirmada, la manipulación de los cadáveres será mínima, a tal punto de mantenerlos íntegros, esto implica que no se realizará autopsia alguna. Las personas que participen en la manipulación de los cuerpos deberán utilizar elementos de protección personal de nivel máximo. Se deberá de colocar tapones de algodón impregnado con hipoclorito de sodio al 0.05 % en los orificios naturales del rostro como nariz, boca y oídos. Cuando el cadáver esté dentro de las bolsas negras debe de advertirse con los respectivos signos de riesgo biológico.
Los familiares recibirán la documentación para los trámites legales antes de la sepultura e informarán a las autoridades el lugar designado para el destino final. Un inspector informará a la Unidad de Saneamiento Ambiental de la Región de Salud que en la zona se realizará el entierro de una víctima del virus llamado covid-19.
No se permitirá la conservación de los cadáveres, preparación ni velación de los mismos. Se podría tener derecho a hacer un acto religioso breve en el cementerio. Para el momento del entierro, el cadáver será trasladado en un vehículo del Ministerio de Salud y deberá de tener custodia policial y de personal de saneamiento del Minsal. Posterior a ello el vehículo debe de ser desinfectado con hipoclorito de sodio 0.05 %.
“Al finalizar la inhumación, personal del MINSAL debe levantar acta, donde firmará un representante de la Policía Nacional Civil, de la familia y MINSAL (…) Cuando fallezca un paciente y no sea reclamado por sus familiares, el cuerpo será inhumado en el lugar que designen las autoridades del MINSAL, se anotarán las características del fallecido y se levantará acta”, expresa el comunicado de prensa del IML.