¿Cómo superar el duelo?

Mucho se habla del cómo llevar el dolor del duelo, sabemos que ante la pérdida de un ser querido en todas las áreas de la vida se siente el impacto del suceso y surge la necesidad de reajustar cada una de ellas.

Estas áreas o dimensiones son la física con manifestaciones en el cuerpo a las que se ha de prestar atención. En la dimensión emocional se hacen presente la tristeza, el enojo, la culpa, sentimientos de soledad, el estar irritables, sentirnos indefensos e incluso en desesperanza, miedo, abatimiento, sensación de abandono, incluso sentimientos de venganza.

De otra parte, nuestros pensamientos también hacen lo suyo, hay confusión, incredulidad, dificultad para la atención y concentración, preocupación excesiva, vienen imágenes de quien falleció y del hecho como sucedió, falta de interés por las cosas, dificultades de memoria, pensar que no se va a poder volver a sonreír a la vida.

Socialmente puede haber resentimiento hacia las otras personas, tener la necesidad de aislarse. Y, desde el punto de vista espiritual un replantear de las propias creencias, el sentido de la vida y de la muerte.

Con todo esto presente, ¿Cómo entonces hemos de llevar el proceso de duelo? Quedarse en el sufrimiento es una opción, no muy sana que digamos, por difícil que sea la situación presente se puede trabajar en modificarla; no existe pastilla mágica, ni receta exacta, por tanto, extiendo una invitación a la reflexión ahora mismo, ¿Cómo estás afrontando el dolor? ¿Cómo estás reajustando la vida? ¿Cómo estás resignificando lo perdido?

Tres consejos para superar el duelo

El primer paso está en tomar la decisión de llevar el duelo de la forma más sana posible, de salir del sufrimiento y llevar el dolor como un hecho natural de la vida. Si haces una revisión de situaciones de pérdidas vividas te podrás dar cuenta que muchas de ellas ya no duelen, se recuerdan con amor y se puede hacer un inventario de lo positivo que haya quedado. Revisa cuáles fueron los recursos utilizados entonces y tráelos de nuevo, te serán de gran ayuda.

El segundo paso es hacer la tarea, dedicarse tiempo, no basta con leer artículos sobre duelo, escuchar audios, ver videos que hablan acerca del tema, buscando una frase que lleve a la solución inmediata; se requiere día tras día llevar con atención presente lo que estamos sintiendo, hacer la tarea de expresarnos hablando o escribiendo sobre las emociones puestas, ejercitarse, encontrar el balance en la alimentación, descansar y buscar un sueño reparador.

El tercer paso escribir un plan de trabajo que incluya fechas, decir, por ejemplo: me doy permiso para estar poco presentable en mi aspecto físico, por una semana más. Otro puede ser: me comprometo a volver a la vida social en tanto tiempo. Cuando a un objetivo se le da una fecha para cumplirlo, se vuelve una meta y la meta es reconciliarnos con la vida misma.

El duelo se ha de llevar de la forma más sana posible y depende de cada uno de nosotros, recordar e integrar a la persona fallecida nos va a permitir invertir energía en un nuevo proyecto de vida, los seres queridos siempre estarán habitando en nuestro corazón, por tanto, la alegría de llevarlos en nosotros puede ser motivo suficiente para cuidarnos, amarnos, darnos el permiso de transformar nuestra vida. El dolor tiene su tiempo, también el amor.

Yaneth Rubio Pinilla

Psicóloga – Tanatóloga – Master Coach

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